viernes, 20 de abril de 2007

LAS ALAS DEL OPTIMISMO

Hay quienes consideran que pensar en positivo y estar ciego frente a la realidad no son dos situaciones análogas. Y que ambos -el pesimismta y el optimista- tienen la capacidad de mirar la realidad tal cual es; con la diferencia de que el primero vive los fracasos como hechos irreparables,
mientras que para el otro se transforman en nuevos desafíos .
En suma, la diferencia entre esperanza y desesperanza , entre
ánimo y aflicción , entre optimismo y pesimismo es , básicamente ,
una cuestión de actitud frente a la vida . Cada uno de nosotros
sabe o intuye que en supropia alma existen tonalidades más
desconcertantes,innumerables y anónimas que los colores de
una selva otoñal.Y que si se lo propone (la metáfora es de Keats)
es capaz hasta de destejer un arco iris.

El COMPAÑERO DEL OTRO LADO



Hola a todos , mi nombre es Mamen , y soy la compañera de Pedro ,
de 44 años , diagnosticado hace uno. Mi reto es aprender todo lo posible ,
y , a la vez , servir de ayuda a todas aquellas personas que puedan estar
viviendo una situación parecida a la nuestra . Pero para eso necesito
la ayuda de personas que tengan experiencia en éste otro lado.
Me voy dando cuenta que no es fácil , pero también sé que no estamos
solos en éste camino , y eso es muy importante. La vida del compañero
sufre unos cambios y etapas similares a los que tiene el afectado , pero
específicos de su particular posición ante el problema . Por éste motivo
también necesita ayuda para superar transtornos como depresión ,
cansancio, insomnio , estrés , irritabilidad ; pues si se siente apoyado
se adptará mejor a las nuevas situaciones .El compañero se encuentra en
una situación difícil ; por un lado , sufre emocionalmente la enfermedad ,
pero por otro debe ser el motivador . Ésto , a menudo, provoca un
desbordamiento que precisa ayuda psicológica . No se trata de una
intervención psicológica con el afectado ,se trata de un apoyo específico
para nuestros problemas: ansiedad ante el futuro, ante las situaciones
que no sabemos abordar , ante la respuesta del afectado …Quién no ha
dudado nunca de estar haciendo demasiado por él o ella y si debería
obligarle a hacer más cosas por sí mismo?.La situación de estar ante una
enfermedad progresiva e invalidante puede facilitar la aparición de un
proceso depresivo. Debemos saber identificar el problema lo antes posible
para encontrar una solución apropiada . Las ideas de “ésto debo superarlo
sólo” representan un esfuerzo más , a la ya de por sí difícil responsabilidad
del compañero delante de una enfermedad crónica . No olvidemos lo
importantes que pueden ser los grupos de ayuda ,conocer personas en las
mismas circunstancias , aprender de sus vivencias y de sus experiencias .
No olvidemos que cada enfermo puede evolucionar de una forma
completamente distinta .Sin embargo,compartir nuestras vivencias
puede resultar extremadamente útil para nuestro equilibrio personal.
Además, si estamos bien , podremos ofrecer lo mejor de nosotros mismos
a la persona afectada .Y esa relación , ese amor , no puede sustituírlo
ningún profesional .

Bibliof¡garfía : Cuidando al cuidador dirigido por Ángels Bayés Rusiñol
EL TESTIMONIO DE IRENE
No quiero dejar pasar por alto un testimonio desgarrador , de Irene , la chica
que lleva la camisa azúl en la foto de arriba . Su marido es Jesús , 10 años ya
con la enfermedad . A mí me emociona cada vez que lo leo , y hasta incluso me
asusta , pero hay que ser consciente de que ésto es duro .
Aunque estoy segura de que de ahora en adelante todos lo tendremos un
poquito más fácil . La ciencia avanza mucho . Las células madre son el futuro.
Y otras muchas cosas como el conseguir ralentizar la enfermedad , mejores
medicamentos ....
Dice Irene :
Cuando le diagnosticaron la enfermedad a Jesús, yo que había pasado la mayor
parte de mi vida, inmersa en una depresión de la que parecía nunca saldría,
cuando estaba empezando a superarla gracias al apoyo de Jesús que siempre
me ha sabido comprender. ¡El mundo se me vino abajo! Tendría que ser yo la
que cogiera las riendas de todo, yo que siempre he dependido de él. Una sensación
de temor me invadió. ¿Cómo podría estar preparada para esto, cómo afrontarlo?
Si no quería admitir la realidad. Mi suerte ha sido verle a el con una paz y una
entereza, en la que todavía no le he visto deprimirse ni un solo día, pese a tener
temporadas malas. Me anima y apoya más él a mí que yo a él aunque suene
paradójico. En estos años he tenido que aprender hacer de enfermera, masajista,
chófer, ser su voz, su punto de apoyo, sus manos torpes, lentas y temblorosas,
ayudarle en la cama para poder girarse o levantarse y tantas cosas más. Que me
desespero y me pregunto ¿Por qué a nosotros? No puedo, ni estoy preparada
dentro de mi no quiero aceptarlo. ¡Tengo miedo! Los hijos como eran pequeños
hemos querido mantenerles al margen de la situación. Pero ahora con el tiempo,
dudo de esa actitud que tomamos en su día, porque ahora que están en la
adolescencia que de por si ya es una etapa difícil, a veces hay momentos duros
y te das cuenta. ¡A ellos también les cuesta mucho de aceptar! Todo esto te
crea ansiedad, dudas y preguntas sin respuestas. ¿Quién nos ayuda? ¿Cómo
puedo llevar la casa, los hijos y cuidar de Jesús? -Trabajar fuera de casa para
ayudar en la economía, ¿pero como voy a dejarlo solo? Si la vida del enfermo
no es vida, la nuestra como pareja, familia y cuidadora tampoco. Me siento sola,
agotada, asustada, desolada ahogada por esta maldita y terrible enfermedad
llamada PARKINSON.
Gracias Irene por tu testimonio