viernes, 15 de junio de 2007

APRENDAMOS A TOMAR LA VIDA CON SENTIDO DEL HUMOR


La risa y el buen humor es la mejor y más barata de las medicinas y combate, cuando menos, el mal humor.

El sentido del humor es necesario en la vida familiar tanto como la disciplina, la educación o los valores. Las relaciones entre padres e hijos que permiten y dedican tiempo a las diversiones, el buen humor y la risa son más sanas, menos tensas y más cordiales.
Nos permite ver los problemas en su dimensión correcta, ni sobrestimados ni subestimados. Saber reírnos de nuestros errores y asperezas facilita reconducir situaciones que, de otro modo, aumentarían las tensiones y los conflictos.

La risa es una de las expresiones que más beneficios aporta a la persona:

- Es la expresión de la alegría.
- Activa la producción de endorfinas, transmisores químicos que aportan al cerebro alivio y bienestar.
- Libera tensiones.
- Provoca una respuesta emocional única orientada a la alegría y al bienestar.
- Aumenta la captación de oxígeno.
- Crea un ambiente positivo y cordial.
- Nos ayuda a poner los problemas en perspectiva.

A los niños les encanta reír, les gustan las bromas, les expresiones de buen humor y la alegría.
A los padres nos es bastante fácil hacerles reír cuando son bebés, pero a medida que crecen y empezamos a sentir la responsabilidad de su educación podemos, poco a poco, alejarnos de las expresiones diarias de alegría con que nos dirigíamos a ellos cuando eran pequeños. Nos ponemos perfeccionistas y, llevados por la tensión y el estrés, pasamos la mayor parte del tiempo corrigiendo de forma reactiva o haciendo énfasis en los errores, los conflictos y las dificultades que, por otro lado, son características de seres en continuo aprendizaje y crecimiento.
Seamos conscientes de que la alegría y el buen humor también se educan , de que el sentido del humor nos permitirá ser una familia que acepta la vida tal y como es (aunque no se conforme con ella!), aportando soluciones creativas ante situaciones que de otro modo mermarían nuestras relaciones o nuestros estados de ánimo Atrevámonos a ser divertidos, seamos capaces de reírnos de nuestros propios errores y de nuestras propias incapacidades mostrando a nuestros hijos cómo crecer y mejorar como personas sin perder el sentido del humor.
Carmen Herrera García